Blanco
Una de las cosas que más me supera desde hace mucho, es la de enfrentarme al blanco. No al color, eso sería absurdo (aunque personalmente, prefiero el negro, que daña menos la vista). No. Me refiero a lo que denominamos un papel blanco.
Extendamos la idea más allá del propio papel. Puede ser perfectamente una pantalla (no necesariamente blanca), un cuaderno, un documento de Word ya a medio escribir... puede ser cualquier cosa, puesto que el planteamiento subyacente no es tanto el elemento, como la situación.
Quiero decir, mis pequeños contertulios... que me resulta casi imposible ponerme a escribir mis opiniones, sensaciones, trabajos (salvo los de alemán, que para esos tengo guía), o incluso dibujar. ¿Por qué? No lo sé, pero no consigo enfrentarme a ello y adelantar todo lo que tengo pendiente.
Me cuesta mucho situarme enfrente de la pantalla para redactar dos líneas, o dos ideas, referentes al proyecto. Me paso ratos y ratos, con muchos conceptos pululando por mi mente, pero ahí me quedo. Mirando como un idiota a la pantalla, incapaz de escribir nada.
Me horroriza no tener un guión explícito a seguir (salvo el que yo mismo pueda ponerme y que, por lo visto no es suficiente). Me veo inútil delante de un papel, en blanco, ya sea para dibujar (puesto que aquello que comencé el otro día, ahí sigue, dos líneas más, pero sin avanzar apenas nada), para escribir en este blog (sí, quedémonos con la idea del "papel" como cualquier objeto sobre el cual plasmar mis ideas de manera concreta), o para cualquier actividad relacionada.
El problema es que ya llevo tiempo así, por muchas ganas que le ponga al asunto, y en ocasiones avance algo, aunque no lo suficiente. No sé qué hacer. Me agobio bastante, y me veo como un inútil, y alguien incapaz.
Luego no me extraña quem cuando estoy en casa, lo único que me apetezca sea ponerme a ver alguna serie en el PC, puesto que malgasto mi voluntad en esfuerzos titánicos para arañar algo y poder ponerme durante unos minutos/horas con lo que sea que realmente quiero ponerme a hacer, y ya, una vez cansado de ello, la apatía se apodera de mí.
Quiero una sopa, o mejor... Una solución quiero.
Extendamos la idea más allá del propio papel. Puede ser perfectamente una pantalla (no necesariamente blanca), un cuaderno, un documento de Word ya a medio escribir... puede ser cualquier cosa, puesto que el planteamiento subyacente no es tanto el elemento, como la situación.
Quiero decir, mis pequeños contertulios... que me resulta casi imposible ponerme a escribir mis opiniones, sensaciones, trabajos (salvo los de alemán, que para esos tengo guía), o incluso dibujar. ¿Por qué? No lo sé, pero no consigo enfrentarme a ello y adelantar todo lo que tengo pendiente.
Me cuesta mucho situarme enfrente de la pantalla para redactar dos líneas, o dos ideas, referentes al proyecto. Me paso ratos y ratos, con muchos conceptos pululando por mi mente, pero ahí me quedo. Mirando como un idiota a la pantalla, incapaz de escribir nada.
Me horroriza no tener un guión explícito a seguir (salvo el que yo mismo pueda ponerme y que, por lo visto no es suficiente). Me veo inútil delante de un papel, en blanco, ya sea para dibujar (puesto que aquello que comencé el otro día, ahí sigue, dos líneas más, pero sin avanzar apenas nada), para escribir en este blog (sí, quedémonos con la idea del "papel" como cualquier objeto sobre el cual plasmar mis ideas de manera concreta), o para cualquier actividad relacionada.
El problema es que ya llevo tiempo así, por muchas ganas que le ponga al asunto, y en ocasiones avance algo, aunque no lo suficiente. No sé qué hacer. Me agobio bastante, y me veo como un inútil, y alguien incapaz.
Luego no me extraña quem cuando estoy en casa, lo único que me apetezca sea ponerme a ver alguna serie en el PC, puesto que malgasto mi voluntad en esfuerzos titánicos para arañar algo y poder ponerme durante unos minutos/horas con lo que sea que realmente quiero ponerme a hacer, y ya, una vez cansado de ello, la apatía se apodera de mí.
Quiero una sopa, o mejor... Una solución quiero.
1 comentario:
Bueno, pensa que cada vez que estás delante de un folio en blanco es lo mínimo que puedes hacer, el resto que hagas será algo más de lo que tenías.
Así no es un cero, es simplemente lo menos que sabes hacer, porque siempre puedes entregar eso y decir que es arte conceptual (viva Yoko Ono!).
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