martes, marzo 25, 2008

Feliz Navidad... ¿en Marzo?

Ho Ho Ho... Felices... todos, como diría el gran Homer, fuente de gran sabiduría popular.

Al final estuve en el pueblo con los señores, y creo que, tras la gran charla que tuvo lugar durante gran parte del trayecto, las cosas no fueron tan mal. Creo que se tocaron casi todos los temas concernientes, y pude desahogarme a gusto, más que nada, porque ninguno tenía escapatoria (aunque en cualquier momento podía haber echado el freno y salir corriendo por la carretera, o haberles abandonado en alguna gasolinera... es curioso, ahora mismo no me parece tan mala idea). Así que... de perdidos al río.

Espero que la dichosa charla suponga un punto de inflexión, y los asuntos familiares vayan a mejor poco a poco, porque con el agobio que tengo por el proyecto, si en casa no hay muy buen ambiente, voy a acabar por reventar.

La estancia tampoco estuvo mal. No hubo problemas por el hecho de que acaparara la Wii casi todo el día (la dichosa antena no funciona bien desde que alguien estuvo mangoneando en el tejado, al parecer, algunos ex-vecinos de nacionalidad extranjera, por usar un término políticamente correcto). Estuve mirando algo de documentación para el proyecto (pero poca, poca). Jugué a la Wii con un amigo de la cuadrilla al Wii Sports al que dí una paliza a los bolos (lástima de tener solamente un mando), y el sábado a la noche celebramos entre unos cuantos el cumpleaños de otro (u otros, no sé si eran dos o tres), jugando al Party & co, y adquiriendo sabiduría popular de esta experiencia, como que, al parecer, la marca de ketchup no es Heinz, sino Sainz, que es el Pozi quien tiene ovejitas, y no Carmen Sevilla, que un cañón y un coche a reacción son sospechosamente parecidos, y que, por convenio, las palabras jefe, corbata, y ordenador, sugieren sexo (amén a esto último).

Pero el título del post no viene a cuento sin mencionar el viaje de vuelta. Nieve. Durante dos horas ví nevar (menos mal que no era yo quien cogía el volante). La nieve cuajaba en la carretera, y dejaba un manto blanco que daba algo de bastante respeto, sobre todo a la hora de subir y bajar los puertos. De todas maneras, la estampa navideña era preciosa. Pasar de noche por pueblos con los tejados y la vegetación cubiertos de algodón daba una sensación de paz muy agradable.

Lástima de cámara de fotos. Por una vez, hubiera merecido la pena llevarla.

viernes, marzo 14, 2008

Gestern

Ich habe die Prüfung gemacht. Se acabó. Durante dos semanas y tres días me olvido del alemán.

Tras dos exámenes, uno escrito, y otro oral, de los que salí bastante bien parado (creo), y teniendo en cuenta que con el proyecto rondando constantemente, y ocupando gran parte del tiempo, y algo de vagancia añadida (que esto ya empieza a ser preocupante), no he tocado prácticamente los libros, salvo el mismo día del examen. Y la verdad... o era muy fácil, o la he metido hasta el fondo, o soy un hacha.

Ciertamente, me decanto por lo primero. Para responder a ciertas preguntas, o rellenar ciertos huecos, no tenías más que revisar de nuevo el examen, y encontrar en alguna otra parte donde aparecía la misma frase, en otro contexto, y otro ejercicio, pero que podía ser aplicable, así que a fuerza de haber estado estudiando algo un rato antes, de esas coincidencias, y demás... pude hacer el examen, o al menos... tirar de él.

Como ya he dicho... durante unas semanitas me olvido, salvo dos cosas que tengo que leer, aunque no sé ni qué hay que hacer, pero bueno. Ya dedicaré tiempo al proyecto, etc, pero bueno, al menos es una responsabilidad que queda aparcada hasta nueva orden. De todas maneras... hablando con la profesora, ya me dijo que igual podía salir un intensivo en el mes de Julio. A ver... igual, según cómo vaya la cosa, me apunto. No estaría mal poder apuntarse, ya que ahora mismo mis planes a medio/largo plazo sí tienen bastante que ver con este idioma.

Tendré que apretar bastante más con lo concerniente al proyecto.

A ver. Todo se andará.

miércoles, marzo 12, 2008

Se acercan las vacaciones.

El título es lo suficientemente claro ya.

Estamos a miércoles, y el viernes da por finalizado el trimestre. Se acaban las clases de la universidad durante dos semanas (aunque prácticamente no la piso ya), no tengo más clases de alemán (por desgracia, aunque eso de tener que comer fuera de casa dos días a la semana hace pupa al estómago). Y digo adiós a las tropas durante unos días, aunque tenga que esperar una semana más para ello, y las empiece el miércoles.

Voy a tener desde el miércoles hasta el lunes de la semana siguiente para no hacer nada, o para hacer lo que quiera, lo que va a traducirse en la realidad como ir de vacaciones con mis padres por gónadas (por no emplear otro eufemismo) al pueblo. Como ahora tengo portátil, ya no hay escapatoria. Voy a poder ir, y trabajar allí (la excusa de tener que hacer cosas ya no cuela), y poder jugar allí (porque para algo me llevo la Wii, sugerencia de mi progenitor masculino), pero no me apetece nada.

Son días en los que preferiría quedarme en casa, con todas las comodidades, o de escapar por ahí, y alejarme de los señores por completo unos días. Pero parece que no. Al final los planes de escapar a Madrid se han desmoronado un pelín bastante, con lo cual no tengo ruta alternativa, no tengo excusas, y voy a tener que tragar y malgastar la semana santa sin poder hacer nada interesante, y aguantando a la familia (algo que en ocasiones me hace plantearme seriamente el sacar el fusil de asalto). Sólo por "cambiar de aires", o lo que es su concepto de cambiar de aires, que poco o nada tiene que ver con el mío.

La que me espera.

lunes, marzo 10, 2008

Otro lunes

Tendría que darme una colleja a mí mismo, lo sé, pero hay días en los que parece que haga lo que haga, las cosas no tiran bien, y mi ánimo va conforme a esa situación.

El tiempo es agradable (no hace ni calor, ni frío, y está nublado, con la luminosidad justa), es lunes, tengo toda la semana por delante, y tendría que darme con un canto en los dientes por haber salido el sábado a la tarde/noche (primera vez en bastante tiempo, si descontamos las escasas escapadas ocasionales) y habérmelo pasado más o menos bien, y por haber tenido a alguien en casa ayer que me estuvo echando una mano para configurar el mil veces maldito framework para el proyecto... mas no es así.

Hoy es otro día en el que parece que voy a tener que andar gruñendo por cualquier chorrada, y quejándome por todo, porque no me siento con ánimos suficientes como para decir "Waw, qué bonito todo" (Sí, soy un cínico, pero me encanta).

El proyecto sigue atascado, al final por muchas horas que hemos metido... no hemos conseguido nada en condiciones. Tengo que probar otra cosa, que se me ocurrió a última hora, pero no es lo mismo que estaba pensado inicialmente. En fin... si funciona, al menos, ya habremos conseguido algo, pero me molesta mucho, mucho muchísimo, el haber estado invirtiendo (o malgastando) horas (y días), en algo que no funciona, o no consigo (conseguimos) hacer funcionar.

También es el hecho de que parece que mi vida no arranca, que parece que sigo haciendo planes para una vida futura, y realmente no puedo hacer más que esperar, y mirar por la ventana hacia algo que no llega, y que puede que no llegue nunca, pero a lo que no puedo hacer nada por acelerarlo, ni facilitarlo. Es esa sensación de impotencia la que en ocasiones me supera, alimentada por la sana envidia al ver que hay gente que tiene aquello a lo que tú aspiras, y que llevas mucho tiempo intentando conseguir infructuosamente, que al final hace que te plantees el mandarlo todo a paseo, o el destrozar y destruir el universo hasta dejarlo reducido a cenizas, o ambas cosas a la vez.

Pero claro, ante todo eso lo único que puedes hacer es poner cara de póker, y tirar con todo hacia adelante, porque todos tienen sus propios asuntos y problemas, y parece que eres tú el único que se queja. Así que... esperas a levantarte otro día con mejor humor, más ganas, y más esperanzas... hasta la próxima vez que vuelvas a oír a esa vocecita que dice "por favor, basta, no puedo más".

En fin, que empiezo hablando de los problemas del proyecto y acabo rallándome, y rallando al resto. Ya sabeis, idos todos de paseo, antes de que me dé por reducirlo todo a escombros. Y comed fruta, que es sano.

viernes, marzo 07, 2008

Consumismo exacerbado

No sé por qué, pero éste parece el año de los gastos.

Cierto es que de la universidad este año no hay que pagar prácticamente nada (aunque bien es cierto que yo no pongo ni un euro en ello). También es cierto que el curso de alemán, a pesar de ser un gasto extra, no es un despilfarro de dinero en algo sin utilidad, puesto que es una inversión, y si con algo de suerte me decido a escaparme a Alemania un tiempo... me va a venir de perlas. Aunque no es tema éste para hablar de días futuros, ni de planes a largo plazo (o medio plazo, si tenemos en cuenta que en teoría en unos meses tendría que acabar la carrera).

El asunto no va por ahí, sino que se orienta a los gastos derivados de temas más mundanos, más placenteros (aunque lo de alemán es casi un hobby, y así me lo pienso tomar para no estresarme), y más ociosos. Hablo, por ejemplo, de mi pequeño iPod, que me lleva acompañando casi todos los días desde que en octubre/noviembre conseguí el dinero para mi cumpleaños. Hablo también, de mi preciosa Wii, que últimamente está cogiendo algo polvo en el salón, y a la que tendré que darle un par de meneos para no olvidar cómo moverme por las campas de Hyrule... o por esas tierras del Norte de España, abandonado en un pueblo anclado casi en el medioevo, una zona rural, y rústica, pero peligrosa, donde unos habitantes con un preocupante acento guacamayo no intentan más que asesinarme.

También hablo de la cantidad de comics que he estado comprando, también desde octubre, o también algo antes, y que obviamente, suponen un desembolse de rupias. Añádasele también el dinero para el autobús, sacado de mi bolsillo, que también cuentan, así como algún capricho extra ocasional (pero pocos).

Sin embargo, ahora el gasto va a venir por parte del amigo proyecto. La anécdota del martes lo explica todo: Tenía una reunión con mi tutor, y tuve que esperar cerca de media hora extra. Finalmente comenzó tres cuartos de hora más tarde de lo prefijado, pero eso no tiene ninguna importantcia. El hecho está en que me dijo, cuando tenía que esperar un rato, no sé si a modo de guasa, o en serio "En este tiempo, puedes sacar el portátil y ponerte a programar". La cara de "ein?" que se me quedó fue un poema, pero eso no le quitó razón.

Y el hecho es... que me da que necesito un portátil. No como algo que si no obtengo, me muero (a diferencia de la Wii, obviamente), pero creo que al final sí va a ser una necesidad. Ya sea para programar en cualquier momento fuera de casa (y teniendo en cuenta que tengo unos cuantos tiempos vacíos en los que no hago nada), que necesito configurar el framework de una vez, y eso trae cola (y puede que llegue a necesitar ayuda de las altas esferas), y que para hacer la presentación del proyecto, cuando tercie, necesitaré un pc/algo a partir de la cual hacer la demo/presentar el producto/lo que sea, y que si no tengo un pc propio voy a tener que pasarme mi buen rato configurando las cosas en algo ajeno... pues la conclusión es obvia.

Modelo elegido, todo preparado... sólo queda ir a por él, y rezar a los jefes (porque ahora mismo no tengo capacidad para concederme mis propios deseos), y conseguirlo.

Esperemos que todo vaya bien, porque si no... las cosas se van a retrasar aún más, y es posible que después el jefe de proyecto me mire no con tan buenos ojos.

jueves, marzo 06, 2008

A vueltas con el proyecto

Ya he vuelto a agobiarme. Parece que es mi sino, y que por mucho que intente relajarme, y tomarme las cosas de una manera calmada, es imposible.

¿Y ahora qué me pasa? El proyecto, es lo que me pasa.

Ayer estuve hasta las mil (sí, otra vez, y eso que esta semana iba a acostarme pronto todos los días para ver si así eliminaba mi cansancio perpetuo) intentando instalar un framework para el proyecto, pero nada, no lo conseguí.

Hoy voy a desinstalar todo lo que instalé ayer extra, lo que seguramente conlleve desinstalar el compilador de Java, y comenzar despacito a instalar todas las cosas raras que me pide, poco a poco, porque al menos ya he encontrado un jautu de cómo preparar lo que me dijo el tutor que probara, y cómo instalar los requisitos que eso me pide.

De todas maneras, no las tengo todas conmigo, han talado árbol y medio para que pudiera imprimir la documentación que me será de ayuda, pero hay cosas que me da que aún se me escapan.

Además, hay que añadir el hecho de que he visto una animación/vídeo/demo (elíjase la opción que proceda) con un ejemplo de aplicación, y ya he vuelto a tener la sensación de que me estaba metiendo en camisas de once varas.

Nadie dijo miedo, pero ya es prácticamente seguro que me vaya a pasar el verano con el proyecto a cuestas. Pero bueno, que no sea por no intentarlo.

lunes, marzo 03, 2008

Mal día, mal dormir

Mal dormir.

Seis horas y cuarto, escasas, de descanso interrumpido cada poco tiempo. Intervalos de sueño intranquilo, de los que no recuerdo nada, pero de los que me despierto con la misma idea una y otra vez en la cabeza. Encender la luz, mirar la hora, dar un par de vueltas en la cama, y vuelta a empezar. Así hasta que me levanto diez minutos antes de la hora, olvidando el concepto con el que me he estado peleando media noche.

Y todo a raíz del día anterior. Toda una tarde programando, que no sirvió de nada, en la que los conceptos se quedaron pululando en el ambiente sin afianzarse, gracias a un compilador que le dio por tocarme la moral. Toda una tarde-noche rebuscando entre los apuntes más ideas, saturado por el tiempo malgastado (que no invertido) a lo largo de la tarde, y pendiente de encontrar un papel que se traspapeló, o que alguien hizo traspapelar, y que me mantuvo en vela hasta pasada medianoche.

Si a todo lo anterior se le suma aguantar a la familia, y tener una discusión con un colega que es incapaz de entender que en esos momentos es mejor no tocar ciertos temas, y que, aunque quiero hablar con él, es mejor desviar la atención a hablar del tiempo, mismamente, pues tenemos el resultado fatídico.

Y sin embargo, lo que más me enerva, o toca la moral, o me hace sentir molesto, no es el hecho de haber dormido poco, y mal, puesto que aún me siento algo descansado. Tampoco es que haya perdido media tarde de programación. Eso puede superarse. El agobio por tener que estar con el proyecto... es algo que me va a seguir acompañando, así que no merece la pena seguir con ello.

Lo que realmente me revienta es que, por lo visto, a pesar de pedir disculpas por no haber estado en mi lugar, por haberme comportado en un momento de debilidad como un crío que protesta por estar cansado de todo y al que las cosas le salen al revés, parezca que tenga que sentirme culpable por robar tiempo a alguien que, mientras me pide que le cuente mis penas y lamentos, simultáneamente se está echando unas risas viendo el programa de la tele de turno.

Seré egoísta, lo sé. Tal vez no tenga paciencia suficiente, o demasiado orgullo, para contar mis cosas así por las buenas, y que hay cosas que no tengo en cuenta al hablar. Pero tampoco me parece que bajar la cabeza y entonar el mea culpa sea la solución. Lo siento, pero por eso no paso. Igual es que soy demasiado tonto, y más gente lo hace, porque yo no, pero si estás preocupándote por alguien... lo normal no suele ser dedicarle toda tu atención? O el comportamiento más adecuado es seguir viendo la tele, como si no pasara nada, y de vez en cuando soltar una frase, o girar la mirada al pc para ver si hay respuesta?

Igual tengo que hacer examen de conciencia, y cuando alguien me llame para decir que está triste, o me pida un momento por el msn, tenga que poner una película de zombies en el DVD y prepararme unas palomitas, o jugar a la Wii, aunque sólo hable con él, y con nadie más. Sólo por respeto.