miércoles, febrero 13, 2008

El Muro de Iberlín

Francamente curioso.

Ayer a la mañana estuvieron colocando más armarios, trasladando gente durante un tiempo, y dejando toda una zona patas arriba.

A ver si vuelve una conocida de la Uni con la que iba a la facultad casi todas las mañanas a primera hora. Echaré de menos eso de andar contándonos las penas de "me aburro" y "estoy de trabajo hasta los cojones" y deseos y consejos mutuos de paciencia para sobrellevar la jornada.

Pero lo curioso, retomando la primera frase... no es que hayan dejado una parte patas arriba, sino que han separado esa parte de la planta de la otra por una hilera de armarios, al estilo muro de Berlín, porque es prácticamente imposible acceder al otro lado, y si accedes a ese lado... tienes que dar la vuelta por donde has venido y entrar por la otra puerta. Menos mal que ya me ubico, y sé distinguir por qué puerta entrar (faltaría más después del tiempo que llevo aquí), porque con eso de que parece simétrico, casi, y remarco el casi, es lo mismo entrar por un lado que por otro... hasta ayer.

Demos gracias al Jefe por haber nacido con pilila, porque en este caso me viene mucho mejor. Los baños de los tíos están a mi lado, mientras que el de las mujeres está en la parte comunista, y tienen que andar saliendo a las escaleras, y entrando con la tarjetita por la otra puerta para hacer sus necesidades.

Aunque la fotocopiadora también se la han quedado los rojos... D'Oh!!! Tendré que andar preguntando el número de serie de la que ha quedado a nuestro lado para imprimir, pero para fotocopiar seguiré teniendo problemas.

Kabenzotz.

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