miércoles, marzo 12, 2008

Se acercan las vacaciones.

El título es lo suficientemente claro ya.

Estamos a miércoles, y el viernes da por finalizado el trimestre. Se acaban las clases de la universidad durante dos semanas (aunque prácticamente no la piso ya), no tengo más clases de alemán (por desgracia, aunque eso de tener que comer fuera de casa dos días a la semana hace pupa al estómago). Y digo adiós a las tropas durante unos días, aunque tenga que esperar una semana más para ello, y las empiece el miércoles.

Voy a tener desde el miércoles hasta el lunes de la semana siguiente para no hacer nada, o para hacer lo que quiera, lo que va a traducirse en la realidad como ir de vacaciones con mis padres por gónadas (por no emplear otro eufemismo) al pueblo. Como ahora tengo portátil, ya no hay escapatoria. Voy a poder ir, y trabajar allí (la excusa de tener que hacer cosas ya no cuela), y poder jugar allí (porque para algo me llevo la Wii, sugerencia de mi progenitor masculino), pero no me apetece nada.

Son días en los que preferiría quedarme en casa, con todas las comodidades, o de escapar por ahí, y alejarme de los señores por completo unos días. Pero parece que no. Al final los planes de escapar a Madrid se han desmoronado un pelín bastante, con lo cual no tengo ruta alternativa, no tengo excusas, y voy a tener que tragar y malgastar la semana santa sin poder hacer nada interesante, y aguantando a la familia (algo que en ocasiones me hace plantearme seriamente el sacar el fusil de asalto). Sólo por "cambiar de aires", o lo que es su concepto de cambiar de aires, que poco o nada tiene que ver con el mío.

La que me espera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que deberías hablar seriamente con los señores y demostrarles la edad que tienes (para lo bueno y para lo malo)

;-P

La Maladie de la Raison dijo...

Además de opinar como el comentario anterior, ¡eso te pasa por no contar con Galicia! ¡con su licor café! ¡con su marisquito! ¡con sus playas! Y con mi estupenda compañía, ¿o ya no me quieres? Sniff...