Alemán

Por fin, el jueves tuve mi primera clase de Alemán. Sí, ésta vez iba bien preparado, y no me había colado de día, ni de clase, pero pasó lo de casi siempre. Como los autobuses pasan cuando quieren... acabas llegando pronto, y al ver la cara de lelo del conserje (lo siento por él, pero tiene cara de lelo, y ver cómo busca entre tus papeles el nombre cuando le preguntas a ver dónde es la clase casi lo confirma) te planteas seriamente no seguir sus indicaciones e ir a la otra punta del edificio para llegar a tu clase, porque esperas, y esperas, y ves a la gente entrar en las clases de al lado, y en la tuya no salir nadie, no quedarse cerca ningún compañero... qué mal rollo de espera.

Pero todo fue bien, al final somos ocho en clase (al menos esos fuimos el primer día), y la profesora es muy maja. Entró hablando directamente en alemán, y bastante fluido, tal vez demasiado, pero es lo que hay. Ya me habían advertido sobre ella, que entra con fuerza, y sigue con fuerza (y casi que mejor, así se aprende más), pero por lo visto es una señora bastante maja, y es algo que se agradece, y más cuando intentas aprender un idioma tan ajeno a nuestros oídos, aunque, de buenas a primeras, se parezca algo al inglés.

Ya sé decir dos o tres cosillas, como... Mein Name ist Trystan, ich bin Trystan, o... ich heiβe Trystan, así como los Guten Morgen, Guten Tag, o Guten Abend... y un par de cosillas más, como algunos números, que ya se me han olvidado, por cierto. Si es que... en ocasiones soy un desastre... pero mola. Ya repasaré algo este finde.

La verdad es que es una de las mejores cosas que he podido hacer este año, apuntarme a cosas nuevas. El año pasado fue Historia del País Vasco, éste... pues Alemán, aunque en la librería en la que compré los libros he visto algunos de historia del P. Vasco que igual me acabe comprando. Es interesante, mucho, de hecho, y tener datos más fidedignos que lo que puedas oir en la tele... es algo que a uno sienta bien. Pero a saber. En casa se dice que no caben más libros. Que en el camarote no hay sitio, y aquí tampoco, y que sería mejor no comprar muchas cosas más, pero no sé... también necesito comprar más cosas, leer, leer, sobre todo leer, y aprender.

En fin... a saber cómo me las arreglaré.

En otro orden de cosas... ya empiezo a tener una ligera idea acerca de la trama sobre la que girará un proyecto que tengo en mente desde hace ya un tiempo, cuyo nombre no desvelaré por ahora, porque luego algún gracioso me lo copiará y no quiero tener que andar manchándome las manos de sangre por despecho (por placer sí, eso siempre), y que espero poco a poco vaya tomando forma.

Seguiremos informando.