martes, noviembre 25, 2008

Mini-premio al blog

El pasado domingo mi querida brujita me concedió un premio a la proximidad. Obviamente, no se refiere a la proximidad física, porque, aunque me gustaría estar más cerca de "los míos", sigo a varios cientos de kilómetros de lo que espero sea algún día mi vida.

De todas maneras, me sorprende que Hellen se haya acordado de mí para estas cosas, teniendo en cuenta lo poco que actualizo esto, pero es algo que se agradece de todas maneras.

Por su búsqueda perpetua de temas, siempre interesantes y por compaginar su blog de diseño ultrapeton con contenidos cada vez mejores, mi primer premio chispas se lo concedo aaaaaa Trystan!



Vaya, al final el diseño del blog gustó a quienes tuvo que gustar. Es una pena que, por desgracia, no vaya a poder hacer lo mismo al de relatos. También querría personalizarlo, pero esas cosas de palacio van muy despacio, y aún no consigo ni poder colocar una sección de texto más ancha, pero todo se andará.

Pero vamos, que se agradece mucho el premio. Por mi parte, no voy a hacer ninguna nominación, porque los blogs que más visito ya están premiados. Y, por si no lo sabéis, que va a ser que sí, me refiero a la pequeña brujilla y a la reina del reino helado, cómo no... que para eso me paso las horas muertas, y espero sus actualizaciones diarias con más ganas incluso que los capítulos de Héroes.

Ah, y Hellen, ya sé que no he puesto la imagen, pero es demasiado rosita para mi gusto demoníaco, y como que no quedará muy... erm... eso.

Eso es to, eso es to, eso es todo amigos.

lunes, noviembre 24, 2008

Infectado

Hace unos días iba a escribir un mensaje titulado "Last Man Standing", pero al final me resultó imposible, por diversas razones, además de la propia apatía que ya parece inherente en mí, y las circunstancias han cambiado, puesto que yo también he caído. Sí, compañeros de fatigas, también yo he sido infectado.

Hace un tiempo se comentó en las noticias la aparición de los primeros casos de la enfermedad, y de las medidas pertinentes para no contagiarse, como la de evitar el contacto directo, así como el contacto con los fluidos contaminados. También se puso en notificación la posibilidad de una vacuna, a partir de lo que se creía era la cepa del virus que nos afectaba. Pero al final las medidas, como es de suponer, han sido inútiles.

No existen Puntos Seguros donde refugiarse, puesto que, al parecer, la enfermedad también se contagia por vía aérea, así que, virtualmente, cualquiera puede infectarse por el virus en cualquier lugar, en cualquier momento. Además, en el periodo de incubación previo, no hay ningún síntoma evidente, a pesar de ser ya un portador, por lo que cualquier medida de prevención de daños es inútil. Tu propio compañero de trabajo, o incluso tus familiares más cercanos, pueden ser portadores sin saberlo, esparciendo los microorganismos por todas partes, inoculándote a ti con el virus. Es posible que, cuando leas esto, ya sea demasiado tarde para ti también.

Poco hay que puedas hacer. Intenta refugiarte en algún lugar que consideres seguro, como tu propio hogar. Procura no salir de casa, salvo para lo mínimo imprescindible, como puede ser aprovisionarse de reservas (el clima actual es favorable a la propagación de la epidemia). Si tus obligaciones no permiten parapetarte en tu hogar, o eres demasiado imprudente, intenta tomar todas las precauciones posibles. Aléjate de posibles infectados y evita todo contacto con ellos, y no corras riesgos innecesarios. El problema radica, de nuevo, en que, en las primeras fases de infección, es imposible determinar si alguien está sano o no. En caso de establecer contacto directo, procura no alarmarte, y evita en todo momento el contacto con los fluidos de su organismo. Sin embargo, se ha demostrado que la enfermedad se propaga por el aire, con lo cual toda medida, salvo un aislamiento perfecto y prolongado, es inútil.

No puedo dar sermones sobre medidas perfectas, porque, como ya he dicho, también yo he sido condenado, y ya estoy en los últimos estadios de la enfermedad. En mi caso, fue mi madre, en el centro de salud, la que, por lo visto se infectó. No tuvo contacto directo con ningún infectado, según su relato, pero a pesar de ello, cuando llegó a casa, venía con ella esta dichosa maldición. Al de unos días, empezó a manifestar los primeros síntomas, y mi padre y yo nos vimos obligados a ponerla en cuarentena, pero ya era demasiado tarde. Poco después, mi padre también cayó presa de la infección, y pese a sus protestas, fue recluido. Finalmente, yo mismo empecé a manifestar las molestias generales de lo que, por desgracia, no era un simple resfriado.

La fiebre me ha mantenido en cama cuatro días, imposibilitándome en cierta medida el establecer contacto con otras posibles víctimas potenciales en este estadio primario de la enfermedad. Ahora mismo la fiebre ha bajado, pero sigo con cierta desorientación, y estoy notando cierta presión en los pulmones. No hay duda de que la infección sigue su curso.

Los últimos informes que he recibido avisan de que la infección se está propagando mucho más rápido de lo que la información oficial dice. No querrán crear alarma social. Sin embargo, ocultar la terrible verdad que acecha en cada esquina minimizando el peligro y creando una falsa sensación de seguridad es algo completamente contraproducente. A saber cuántos portadores están actuando ahora mismo inconscientes del daño que pueden ocasionar al mundo.

Si leéis esto, por favor, tened mucho cuidado. Y si me veis, por pura casualidad, pensad que ya pertenezco al grupo de los infectados, así que no os acerquéis a mí, si podéis. Avisados estáis.








Maldita gripe.

sábado, noviembre 01, 2008

Halloween. Fiesta de Samhain

En el mensaje anterior hablaba del porqué de la fecha. Ahora toca entrar en materia con qué se celebraba.

Bien, como ya mencioné por encima, Samhain era la festividad del año nuevo celta, equiparable a nuestra nochevieja. Sin embargo, también era la fiesta de la cosecha, y una celebración especial en la que los muertos, esa noche, accedían al mundo de los vivos.

Durante Samhain, el ganado se recogía de los prados para el invierno, y se hacía un balance de los rebaños y los suministros de grano, para decidir qué animales se sacrificaban para poder suministrar alimento al pueblo (Ésta es una costumbre que hoy en día se sigue manteniendo en multitud de granjas de cría de ganado).

Durante la celebración de la fiesta, se encendía una hoguera, al igual que hacemos nosotros en las fiestas de San Juan, a la que se arrojaban los huesos provenientes de los sacrificios (del ganado seleccionado). A menudo, se formaban dos hogueras, entre las cuales pasaba la gente (y en ocasiones también las reses), en un ritual de purificación, del que quedan vestigios hoy en día, prevaleciendo en algunas regiones de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda, y practicado también por wiccanos.

Por último, hay que hacer referencia, cómo no, a todo lo que ha dado lugar a la parafernalia de los disfraces y las actividades de Halloween.

Todo ello está relacionado, como ya he mencionado previamente, con los muertos. Con el cambio de año (celta, para que no lo olvidemos), las barreras entre el mundo de los vivos y el Más Allá desaparecían, por lo que los muertos podían, durante esa noche, caminar por el mundo de los vivos, dándose a la gente la ooprtunidad de reunirse con sus antepasados al coexistir ambos dentro del mismo espacio. Pero como no todos los espíritus eran benevolentes, la mejor manera de ahuyentar a los malvados de los hogares era decorando la casa con motivos desagradables, como calaveras, huesos, ensuciando la casa... de tal manera que pasaran de largo y no pudieran entrar a molestar.

Y cómo no, también hay que mencionar la famosa tradición del "truco o trato". Sin embargo, aquí las opciones no están tan claras, sino que divergen en dos ramas diferenciadas.

Según la primera de las opciones, se reservaba una cantidad de alimentos para consumo exclusivo de los muertos (los cuales, como seres invisibles, se les permitía entrar abriendo puertas y ventanas), pudiendo ser en algunos casos un tipo específico de comida preparado para ellos, o parte de la comida reservada, como si fueran uno más en la familia. Estos alimentos no tenían que ser consumidos por ninguna persona durante la duración de este ritual. Comer la comida (sí, es redundante) de los muertos se consideraba un sacrilegio, y condenaba al infractor a transformarse en un fantasma hambriento tras su muerte, expulsado de poder tomar parte de la fiesta de Samhain.

La otra versión de la historia, más cercana a lo conocido hoy en día en Halloween, habla de que, en la festividad, los pobres asumían el papel de la comunidad de los muertos, e iban de puerta en puerta para recibir ofrendas en el nombre de sus ancestros muertos, en un modo de fortalecer los vínculos entre toda la sociedad. Negarse a entregar una ofrenda se consideraba un acto impío, y podría dar lugar a represalias en forma de destrucción de la propiedad, las cuales, debido al carácter sagrado del ritual, podrían quedar sin castigo.

Y hasta aquí la lección de hoy, día de Todos los Santos. Es posible que, mañana, día de los Muertos, o de los Difuntos, acabe con la trilogía y mencione alguna tradición más, algo más apartada, eso sí, de la festividad de Halloween. No sé a vosotros, pero personalemnte, el hecho de enterarme de cómo era en sus orígenes la historia de Halloween, ha hecho que la vea con algo más de respeto del que tenía, en su día, por la "costumbre yankee". Cuando viva fuera de casa, tal vez la celebre.